Los elefantes azules viven en lugares recónditos, que ningún ojo humano ha alcanzado a ver. O sí. Cuenta la leyenda que los pocos osados que han emprendido su búsqueda no han regresado jamás. Las malas lenguas sostienen que se encontraron con la muerte en el camino. Yo opino que, simplemente, les gustó más aquel lugar y no han querido regresar.
Estos elefantes son muy raros de ver. Sólo aparecen cuando hace mucho sol, hay un mar cerca y muy poca gente alrededor. Eso sí. Tiene que sonar música de fondo. Pero no cualquier música. Tiene que ser de Georgie Dann. Inexplicable, sí, pero cierto. Se está investigando a fondo el asunto.
De lo que no cabe duda es que estos animales poseen un encanto especial. Pero no sólo eso. Tienen la capacidad de otorgar buena suerte a todo aquel que los toca. Eso, y unas grandes dotes para el “Bel Canto”. Comprobado.
Los elefantes azules son espíritus solitarios pero disfrutan yendo en manada.
Quizás sea eso. Quizás yo también soy un elefante azul.
“Bless the day I made the wrong choice
Bless mess ups, yeah bless them all
And give me the sentence that I deserve
And the gift of memory.
So we dance, dance, dance
This life away
Dance, dance, dance,
This life away”
Marlango. “The electrical Morning”.
lunes, agosto 31, 2009
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2 comentarios:
No es por romper la lírica de la entrada, pero a este elefante le han metido una guindilla por el culo, en breve pasará de azul a colorao.
Yo tengo uno!!!!uno de los verdaderos, de los auténticos!!me lo regaste tú, gracias!sabía que era especial ;-)
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