Estoy viendo pasar gente por la ventana que me cae bien. No es la primera vez que esto pasa desde que siempre que miro a través del cristal da la casualidad que pasa gente. Esta manera de adjudicarles personalidades afables a los desconocidos puede fallar, pero qué más da, si como vienen se van.
Me muestro a favor de mantener el misterio. Lucubrar historias sobre las fascinantes vidas de los demás tiene su encanto. Advertencia: Hacer uso de esta faceta con moderación. No caer en el error de no vivir la propia vida.
También pienso que me gusta la gente que mantiene las distancias y no lee por encima de tu hombro, siempre a un ritmo desacompasado respecto al tuyo, ese libro que tanto te gusta cuando deciden sentarse a tu lado en el metro. Así lo veo yo: no es que no les interese el libro, es que prefieren imaginarse en lo que andas metido. O, simplemente, dejarte tranquilo.
Y escucho música mientras camino. Mi banda sonora de todos los días. Algún día haré coreografía.
— "Dime una cosa, Bronn. Si te ordenara matar a un bebé... a una niña de pecho... ¿Lo harías? ¿Sin preguntas?
— ¿Sin preguntas? No. Preguntaría cuánto".
George R. R. Martin, "Choque de Reyes" (2003).
lunes, octubre 05, 2009
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