Capa-Poncho

Estas navidades me encapriché de una capa-poncho (no sé muy bien cómo definirlo) que ví mientras paseaba con Marta por los "hippies". Era de lana, de punto, muy mona. El dibujo hacía algún tipo de greca, como cuadrados o rombos muy pequeños. La verdad es que no me acuerdo muy bien (consecuencia de esta memoria de pez...ains...). Bueno, pues resulta que, como soy muy indecisa, hasta el mismísimo día 5 después de la patata de cabalgata que vimos (ups....lo he dicho en alto?...jejeje), no decidí que ya era hora de comprármela. Ya me veía yo con ella puesta, triunfando allá por donde fuera, soñaba con ella y tó. Pues como os podeis imaginar ya no estaba. Se había esfumado. Hay alguien por allí paseandose con ella y eso me reconcome por dentro!! (es broma, no os vayais a pensar que soy una neurótica obsesiva...). Solución: Pues me la hago yo. Este es el resultado. Hombre, no os voy a engañar, no se parece en nada a la que ví, pero ésta tampoco está mal...además, a mí me gusta, y punto.

"¡Deténgase! Yo no tengo problemas de megalomanía. Al contrario, sufro de un complejo y de una neurosis de modestia acompañados de una voluntad de humillación sistemática y degradante".

Lewis Trondheim. “Mis circunstancias” (1998)